domingo, 18 de diciembre de 2016

Dia #5

Con brutal honestidad acepto que mi desesperación me cerró la mente, solo quería estar contigo y nada mas me importaba, pero de manera inesperada me entró en la cabeza pedir ayuda, en ello, cruzó por mi cabeza mi profesor de música de la secundaria y le conté mi situación, y me invito a un bar, donde su grupo tocaba. Decidí ir, no sabia que hacer, tuve muchos nervios de pararme en un escenario con el corazón roto. Un par de llamadas tuyas me animaron, escuchar tu voz fue mi alivio, así que toqué, disfrute de la noche y todo salió muy bien. Es complicado explicar como es que sucede esto, si fuiste tu quien decidió que no debíamos estar más tiempo juntos ¿Cuál es el motivo principal? si en esa llamada telefónica previa me hablaste como si nunca hubieras dicho nada, se formó un dialogo entre dos personas que claramente se quieren, porque así es, yo te quiero igual que siempre. Detalles tan simples como esos me hacen pensar que el haber terminado fue un claro error, ¿Qué mas pruebas necesitamos?... En fin, esa noche me di cuenta de que tenemos algo en común que es fundamental, las personas asisten a ese tipo de lugares a desahogar sus frustraciones haciendo cosas tan ilógicas como beber alcohol, fumar tabaco, escuchar las mismas canciones siempre. En cambio, no me sentí incluido, no me sentía a gusto, y así eres tu también, sabes que ese tipo de personas tienen un enorme vació que llenar y no mueven un dedo para cambiar la situación. Y presiento que tanto tu como yo, estamos cambiando, por decisión propia, estamos en un proceso de metamorfosis que nos cambiara de pies a cabeza toda nuestra estructura que hasta cierto punto es toxica, y este sentimiento de que nos encontraremos en el otro lado como personas realizadas lo percibo más fuerte cada vez.

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