Con brutal honestidad acepto que mi desesperación me cerró la mente,
solo quería estar contigo y nada mas me importaba, pero de manera
inesperada me entró en la cabeza pedir ayuda, en ello, cruzó por mi
cabeza mi profesor de música de la secundaria y le conté mi situación, y
me invito a un bar, donde su grupo tocaba. Decidí ir, no sabia que
hacer, tuve muchos nervios de pararme en un escenario con el corazón
roto. Un par de llamadas tuyas me animaron, escuchar tu voz fue mi
alivio, así que toqué, disfrute de la noche y todo salió muy bien. Es
complicado explicar como es que sucede esto, si fuiste tu quien decidió
que no debíamos estar más tiempo juntos ¿Cuál es el motivo principal? si
en esa llamada telefónica previa me hablaste como si nunca hubieras
dicho nada, se formó un dialogo entre dos personas que claramente se
quieren, porque así es, yo te quiero igual que siempre. Detalles tan
simples como esos me hacen pensar que el haber terminado fue un claro
error, ¿Qué mas pruebas necesitamos?... En fin, esa noche me di cuenta
de que tenemos algo en común que es fundamental, las personas asisten a
ese tipo de lugares a desahogar sus frustraciones haciendo cosas tan
ilógicas como beber alcohol, fumar tabaco, escuchar las mismas canciones
siempre. En cambio, no me sentí incluido, no me sentía a gusto, y así
eres tu también, sabes que ese tipo de personas tienen un enorme vació
que llenar y no mueven un dedo para cambiar la situación. Y presiento
que tanto tu como yo, estamos cambiando, por decisión propia, estamos en
un proceso de metamorfosis que nos cambiara de pies a cabeza toda
nuestra estructura que hasta cierto punto es toxica, y este sentimiento
de que nos encontraremos en el otro lado como personas realizadas lo
percibo más fuerte cada vez.
El Hemisferio Errante
domingo, 18 de diciembre de 2016
Dia #4
Desvelado y camino a puebla, me preguntan por ti, y yo respondo como si
aún fueras mi novia, me apena que sepan que estoy hundido por dentro, es
muy natura que eso suceda, pero el dolor no se hace esperar. Haciendo
cosas nuevas me distraigo, pero solo eso, me distraigo pero tarde o
temprano vuelvo a donde siempre, a mi mente totalmente enfocada a ti, de
una manera mas suave, pero repentinamente dolorosa, el cansancio ya no
de si es físico o mental, o la terrible sinergia de ambas cosas que me
conducen directamente a la impotencia y a un pecho desgarrado en
sentimiento.
Día #3
Un poco preparado realmente para una noche entre amigos, nadie sabia de
mi rompimiento a excepción de un par de personas, el bajón emocional es
evidente y no logré concentrarme. Después de una foto grupal, yo
abrazando a una amiga, el deseo de que esa amiga fuera la chica que me
abandonó era total. Una pasta sublime y un pavo mas frío que las puntas
de mis dedos, sin embargo tenia hambre. Nadie sabía que en cada segundo
esa mujer hermosa estuvo en mi mente, apreté las lágrimas con mis
fuerzas, y salí adelante, aunque todo el tiempo tuve un nudo en la
garganta. La velada mas extraña, aunque rodeado de personas, mi soledad
siempre estuvo ahí, mas en este momento donde mi auto estima esta en
números negativos, no dejó de suponer que algo hice mal para que no
quisiera estar a mi lado, sin duda el mal estuvo en mi, y es tiempo de
cosechar lo que inconscientemente sembré.
Dia #2
A fin de cuentas mi cobardía tomo un lugar importante en mis decisiones,
no tuve el valor de cantar y la guitarra se quedó. Lo cierto es que
pase uno de los mejores días a su lado, reímos y la pasamos muy bien,
procure tener una mente consciente de que no era sano recordar el tema
triste y aparentemente funcionó, ella mostraba un cariño intacto y eso
me desorbitó, de alguna manera pienso que la posibilidad de estar de
nuevo en unidad no es algo que no se pueda alcanzar. No logro
anestesiar este deseo de estar con ella, por eso no vi tan descabellada
la idea de que la misma persona que provocó esta tormenta dentro de mi,
sea la misma que calme las cosas, curiosamente funcionó.
miércoles, 14 de diciembre de 2016
Dia #1
Imaginar la lejanía de un angelito en tu vida, es un tanto catastrófico.
Y vivirlo en carne propia es totalmente devastador. ¿A qué debo este
sufrimiento? Si hasta hace poco me miraba tan sonriente. En fin, como
sea que las cosas hallan ocurrido, es un hecho, ella no esta conmigo
más. Llore por horas, y después de un ataque de ansiedad, logré dormir,
todo bien hasta que me di cuenta que solo pasaron 1 hora con 51 minutos
en los que logré conciliar el sueño. Contra todo pronóstico y como una
especie de acto masoquista la miraré de nuevo y con una guitarra en las
manos... No escribiré más, dejare esa experiencia en mi memoria y
continuaré mi camino sin ella a mi lado
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